A pesar de que la narración literal es mejor y siempre preferible, se permite la narración del significado si el narrador tiene gran dominio del árabe, si la palabra usada es apropiada en el contexto en cuestión y si el original ha sido olvidado. Sin embargo, los Compañeros siempre narraban las tradiciones literalmente a pesar de esta licencia. Por ejemplo, un día Ubayd ibn Umayr narró lo siguiente: “El hipócrita es como la oveja abandonada entre rabidayn (dos rebaños)”. Abdallah ibn Omar objetó diciendo: “No ha dicho eso. Yo escuché al Mensajero decir: ‘El hipócrita es como la oveja abandonada entre ghanamayn (dos rebaños)’”.[1] El significado es el mismo; la diferencia sólo radica entre las palabras rabidayn y ghanamayn.
Este mismo esmero fue adoptado por los estudiosos o narradores de la generación siguiente a la de los compañeros: los Tabi’un (los que siguen). Por ejemplo, alguien narró en presencia de Sufyan ibn Uyayna: “El Mensajero prohibió dejar que el jugo (de uvas, dátiles y similares) fermente (an yuntabadha) en cuencos hechos de calabaza forrados de brea”. Sufran objetó diciendo: “Escuché a Zuhri narrar lo siguiente: ‘El Mensajero prohibió dejar que el jugo (de uvas, dátiles y similares) fermente (an yunbadha) en cuencos hechos de calabaza forrados de brea’”.[2] No hay diferencia en el significado, sino tan sólo en la conjugación del verbo.
Bara ibn Azib relató lo siguiente:
El Mensajero me aconsejó lo siguiente: Haz wudu antes de irte a la cama. Luego, échate sobre tu costado derecho y di lo siguiente: “Allah, me someto a Ti y Te confío mi asunto. Me refugio en Ti, en temor de Ti y en pos de Ti. No hay refugio de Ti sino en Ti. Creo en Tu Libro que has hecho descender y en Tu Profeta que has enviado”. Para memorizarlo inmediatamente, se lo repetí al Mensajero y dije al final: “Tu Mensajero que has enviado”. Él me corrigió la frase final diciendo: “Tu Profeta que has enviado”.[3]
La gente sueña cuando duerme. Los sueños verídicos constituyen la cuadragésima sexta parte de la Profecía, ya que el Mensajero tuvo sueños verídicos durante los seis primeros meses de sus veintitrés años de Profecía. Es por el hecho de estar vinculados a la cualidad de Profeta, y no de Mensajero,[4] por lo que el Mensajero corrigió a Bara. Esta diligencia fue expresada por todos los Compañeros, los cuales estudiaron las tradiciones que escucharon del Mensajero y las analizaron. El Mensajero les dijo: “Memorizad y estudiad las tradiciones, ya que están relacionadas entre ellas. Por lo tanto, reuniros y analizadlas”.[5]
Este mismo esmero fue adoptado por los estudiosos o narradores de la generación siguiente a la de los compañeros: los Tabi’un (los que siguen). Por ejemplo, alguien narró en presencia de Sufyan ibn Uyayna: “El Mensajero prohibió dejar que el jugo (de uvas, dátiles y similares) fermente (an yuntabadha) en cuencos hechos de calabaza forrados de brea”. Sufran objetó diciendo: “Escuché a Zuhri narrar lo siguiente: ‘El Mensajero prohibió dejar que el jugo (de uvas, dátiles y similares) fermente (an yunbadha) en cuencos hechos de calabaza forrados de brea’”.[2] No hay diferencia en el significado, sino tan sólo en la conjugación del verbo.
Bara ibn Azib relató lo siguiente:
El Mensajero me aconsejó lo siguiente: Haz wudu antes de irte a la cama. Luego, échate sobre tu costado derecho y di lo siguiente: “Allah, me someto a Ti y Te confío mi asunto. Me refugio en Ti, en temor de Ti y en pos de Ti. No hay refugio de Ti sino en Ti. Creo en Tu Libro que has hecho descender y en Tu Profeta que has enviado”. Para memorizarlo inmediatamente, se lo repetí al Mensajero y dije al final: “Tu Mensajero que has enviado”. Él me corrigió la frase final diciendo: “Tu Profeta que has enviado”.[3]
La gente sueña cuando duerme. Los sueños verídicos constituyen la cuadragésima sexta parte de la Profecía, ya que el Mensajero tuvo sueños verídicos durante los seis primeros meses de sus veintitrés años de Profecía. Es por el hecho de estar vinculados a la cualidad de Profeta, y no de Mensajero,[4] por lo que el Mensajero corrigió a Bara. Esta diligencia fue expresada por todos los Compañeros, los cuales estudiaron las tradiciones que escucharon del Mensajero y las analizaron. El Mensajero les dijo: “Memorizad y estudiad las tradiciones, ya que están relacionadas entre ellas. Por lo tanto, reuniros y analizadlas”.[5]
[1] Abu Dawud al-Tayalisi, Musnad, 248.
[2] Jatib al-Baghdadi, Al-Kifaya fi ‘Ilm al-Riwaya, 178.
[3] Bujari, “Daawat” 6.
[4] Profeta es aquel que recibe revelación, pero no le es dado un Libro, por lo que sigue la vía del Mensajero anterior. Mensajero es el que por lo general recibe un Libro o unas Páginas y establece un camino a seguir (Nota del traductor).
[5] Darimi, “Muqaddima” 51.
No hay comentarios:
Publicar un comentario